El uso del pedal -para dar color, sonoridad o sostener ciertos tonos- es un arte, pero que debe basarse en las consideraciones históricas y el entendimiento de la intención del compositor. En esta obra, el autor y cuatro distinguidos colaboradores presentan una clara visión de este tema. Se ofrecen prácticas sugerencias y una introducción a la interpretación de instrumentos de teclado desde el siglo dieciocho al veinte.
Los autores basan sus sugerencias y soluciones propuestas a los problemas con el pedal en la capacidad y calidad de sonido de los instrumentos de cada compositor en particular y sus sistemas de notas. Sin embargo, ponen el acento en que el oído del intérprete es el juez último y que la técnica del pedal puede necesitar ser modificada para ajustarse al uso de cada piano, la acústica del escenario de interpretación e incluso, el estado de ánimo del intérprete.
