Un thriller histórico original y apasionante.
Un imperio en decadencia.
La ambición, la venganza y la religión se alían en unos crímenes sanguinarios.
Una joven dispuesta a resolverlos.
España, siglo XVII. El Imperio español se tambalea azuzado por los ataques de otras potencias europeas. Francia, Inglaterra, Holanda o Portugal ven en la decadencia de la dinastía de los Austrias la oportunidad de asaltar los territorios españoles avivando, incluso, los belicosos ánimos de zonas como Nápoles, Cataluña o Flandes. En este momento convulso, durante la regencia de la minoría de edad de Carlos II, el Hechizado, en el que la burguesía adquiere cada vez mayor poder sobre la nobleza y la Iglesia y las intrigas palaciegas debilitan a la Corona, comienzan a sucederse una serie de crímenes en la ciudad de Zafra, bastión del ducado de Feria, que amenaza con desestabilizar el orden imperante.
Los regidores del cabildo aparecen brutalmente asesinados, uno tras otro, sin motivo aparente y sin saber quién está detrás. Entretanto, una intrépida e inteligente mujer, Leonarda, que viaja desde Flandes hacia los reinos peninsulares, se encontrará en la corte con un astuto jesuita, el padre Beltrán, y juntos intentarán dar caza al asesino siguiendo unas pistas ocultas en los salmos bíblicos, donde la sangre de los mártires es ahora la sangre de los inocentes.