Los mejores profesores docentes plenamente atentos, conscientes de sí mismos y que sintonizan con sus alumnos.
La enseñanza con atención plena, o mindfulness, fomenta una comunidad pedagógica en la que los alumnos florecen en lo académico, en lo emocional y lo social, y los profesores avanzan como profesionales y como personas.
Enseñando la atención plena directamente a los alumnos se incrementan los efectos de la presencia del profesor, y así se prepara a los jóvenes para que ejerciten por sí mismos habilidades de atención sencillas, prácticas y universales. Estos dos planteamientos se refuerzan mutuamente y benefician a todos en el aula.
La atención plena o mindfulness es una manera consciente e intencionada de sintonizar con lo que está pasando dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Este planteamiento concreto sobre la importancia de prestar atención y pulir la consciencia mejora el enfoque mental y el rendimiento académico, lo que a la vez refuerza diversas habilidades que contribuyen al equilibrio emocional.